Los locales BDSM

Ayer leí un post de una usuaria en una web del ramo y la verdad si el artículo en si me dejó muerta, los comentarios me han dejado con una mala uva de las que hacen historia.

En primer lugar, os explicaré que en el post la usuaria hace referencia a su mala experiencia en el local con más solera de Barcelona durante el 24/7. A decir verdad no parece que su experiencia haya sido nada buena, y expone lo que le gustó y no le gustó de los espectáculos así como la poca educación de algunos personajes que se encontraban en el local. Hasta ahí todo normal. Pero me temo que voy a tener que desmenuzar el post y los comentarios para como siempre dar mi opinión personal, generalizada y evidentemente sin ánimo de atacar ni ofender a ninguno de los participantes en el hilo, ya que gracias a el hoy traigo este nuevo post.

Así que vayamos por partes:

Lo primero el precio de las bebidas: estoy de acuerdo en que los locales no son baratos en cuanto a consumir se refiere, pero este tipo de local es muy exclusivo y por tanto, y gracias a los cielos, no están abiertos a todo el mundo. De verdad ¿creéis que con la irrisoria cuota de socios que nos cobran UNA vez al año cubren los gastos? Seamos realistas NO lo hacen, viven de las consumiciones. Tenemos que ser muy, muy realistas con esto: un local de BDSM es un negocio hasta cierto punto, y aunque nos empeñemos en pensar que los dueños se hacen ricos a costa de nuestro «vicio» no es así.. porque de los locales se sigue pagando agua, luz, alquiler… y los potros, las cruces, las ruedas y los tropecientos juguetes a nuestra disposición son un dineral de inversión (y reparaciones y reposición de material roto o perdido..) y eso SÍ lo sabemos de sobras, que nosotros mismos los compramos para tenerlos en casa también.

No voy a entrar en el, a mi parecer, muy poco acertado comentario de la vida personal de la camarera… Como tampoco lo haré en juzgar los espectáculos ya que no los vi para poder hacerlo… pero sigamos.

Aquí volvemos con el típico y tópico «con esta pinta no puedes ser Dom o Domina o sumi o berberecho escabechao…» Tengo un conocido, que lleva pelo largo, barba, tatuajes en el 90% de su cuerpo, piercings para aburrir y para redondear ¡Es motero! Tiene una Harley de las que hacen que el chichi te de palmas si te gustan las dos ruedas… Pero ¿Sabéis a que se dedica de L a V? Es director de un banco, lleva el pelo siempre pulcramente recogido en una trenza, la barba bien arreglada, los tatuajes bien escondidos, ni un solo piercing y trajes. Quien diría entre semana que es motero o el fin de semana cuando deja el traje en casa que es director de un banco… Cuando vais a dejar de engañaros y de daros cuenta que la apariencia engaña, y mucho. Que los Doms no tienen que tener la pinta del Grey, ni las Dominas la de Lady Heather, el hábito no hace al monje y en el BDSM como en la vida en general la gente tiene pinta de cualquier cosa menos de lo qué es…

De nuevo, no juzgaré el espectáculo de hipnosis que no vi, pero si diré que me parece fuera de lugar (de nuevo) tratar al hipnotizador de baboso por no respetar los limites. La pregunta principal es si se pactaron tales limites.. Si se hizo, mal por el hipnotizador por intentar saltárselos, pero si como supongo no se pacto nada siendo que las hicieron salir sin preguntar si realmente querían hacerlo, no creo que se deba hacer un drama por un sujetador que se tenía que quitar ella misma, no es que se lo quitara el tipo. Y hasta ahí mi comentario del show. También comenta la muchacha que un tipo se puso a hacer fotos de las chicas cuando estaban hipnotizadas (que hay para mosquearse, la verdad) pero cuando se le pidió que las borrara lo hizo de inmediato, como no.

Y lo cabreante ya viene al final y en los comentarios. Leyendo la última frase del post y los comentarios, me da la sensación de que los escriben unos pocos que nunca han salido de fiesta vainilla, por ejemplo, en St. Joan o en Fin de año. Dicen que hay poco respeto, que parece que describa un circo, que los locales son patéticos, que la gente «virtualiza» los clubs (sea lo que sea eso) o que no son como lo habían imaginado, incluso que son antros…

¿No habéis salido, como decía, un día señalado de fiesta? Gente que no suele salir, que no esta habituada a la fiesta, ni al alcohol ni a trasnochar, sale. Se olvidan que la educación y el saber estar también son necesarios ese día. Intentan ligar de las maneras más burdas, te meten mano a la que te descuidas, te intentan sacar fotos del escote y cuando te descuidas te las sacan del trasero; se emborrachan y no saben respetarse ni a si mismos… Pero ojo, cualquiera de esas cosas, puede pasar en cualquier discoteca o bar musical vainilla de cualquier pueblo o ciudad.

A ver, señoras y señores vuelvan a la realidad. ¿Se puede saber en que mundo vivimos? Uno en que una paliza a un compañero de instituto, en lugar de pararse se graba en vídeo, uno en que una pareja echando un polvo en la playa se ve rodeada de mirones y grabada (y después a las noticias), uno en que vemos a alguien tirado en la calle y en lugar de parar a preguntar si esta bien nos limitamos a no pisar… ¿Donde esta el BDSM en esas situaciones? ¿Y el respeto?

Si queréis saber que es un local BDSM, os recomiendo una visita fuera de fiestas y eventos. Ver como la gente se relaciona, normalmente sin tener en cuenta los roles, más allá de protocolos y lucimientos, por que os guste o no, una fiesta en nuestro mundillo es como cualquier fiesta de postureo vainilla. No es cierto que no exista el respeto, no es cierto que todo esto sea un circo, pero en un evento como la celebración del 24/7 sin duda tiene que haber espectáculos, y no es cierto que los locales sean antros y mucho menos patéticos.

Seamos sensatos, el BDSM no esta libre de seres deleznables que se amparan en el para dar rienda suelta a los maltratos o al machismo, tampoco esta libre de imbéciles que se creen tener el título de Master del Universo en dominación o sumisión, o de estúpidos que se creen con derecho a fotografiar, grabar, tocar o incluso a hablar a un sumiso como si fuera un perro sarnoso, pero tampoco el mundo vainilla esta libre de ellos y como en todas partes, todo acto tiene una consecuencia, el respeto se paga con respeto y si alguien te habla mal, te fotografía, te toca o cualquier otra cosa que no te guste no hay nada mejor que pararle los pies, CON respeto y educación, sin ponernos a su nivel.

Pero no se puede querer pertenecer a una llamémosle «subcultura» como la nuestra, demandar respeto y después faltar el respeto a los demás empezando por los dueños de los distintos locales diciéndoles que, su esfuerzo creando y manteniendo un espacio en el que poder reunirnos a charlar, facilitándonos el acceso a una mazmorra, y en definitiva un lugar para estar tranquilos y en el que no tener que escondernos de quien somos, son antros patéticos donde el respeto y la educación brillan por su ausencia.

Y sobre todo, antes de demandar respeto… seamos los primeros en ofrecerlo.

Mistyca.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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